En la licitación de hoy, la Secretaría de Finanzas adjudicó un total de $7,667 billones, logrando un rollover del 114,66% sobre los vencimientos. Este resultado fue un alivio para el Gobierno, especialmente después de que hace dos semanas no se lograra renovar la totalidad de la deuda.
La estrategia del Banco Central (BCRA) de aumentar los encajes bancarios parece haber rendido sus frutos. En las últimas semanas, el BCRA subió la proporción de encajes en 8,5 puntos porcentuales, lo que presionó las tasas de interés al alza y generó una mayor demanda por los títulos de deuda del Gobierno.
El mayor volumen se concentró en los instrumentos ajustados por TAMAR, una tasa que actualmente se ubica en el 64,12%.
Se adjudicaron $1,599 billones en Lecap con vencimiento el 30 de septiembre, con una tasa del 75,66%.
Las ofertas por los bonos vinculados al dólar quedaron desiertas, lo que refleja la preferencia de los inversores por instrumentos en pesos con altas tasas de interés.
El resultado de la licitación fue visto con optimismo por algunas consultoras, que destacaron el éxito del BCRA en su estrategia para absorber liquidez. Sin embargo, el alto costo de la renovación de la deuda pone en evidencia la desconfianza de los inversores y la necesidad del Gobierno de ofrecer rendimientos extraordinarios para financiar sus vencimientos.