

Todo comenzó con la filtración de audios atribuidos a Diego Spagnuolo, ex director de la ANDIS, donde se mencionan sobornos en la compra de medicamentos que beneficiarían a la Droguería Suizo Argentina.
En un operativo sorpresa, la Policía detuvo a Spagnuolo en su auto, dentro de un country en Pilar, y le secuestró dos celulares. El exfuncionario se negó a dar las claves de acceso, por lo que los peritos deberán trabajar para desbloquearlos y acceder a la información.
En simultáneo, otro allanamiento apuntó a Emmanuel Kovalivker, directivo de la Droguería Suizo Argentina. Al momento de la detención, el empresario intentaba salir de su casa con varios sobres que contenían $266,000 y 7 millones de pesos. También se le secuestró su celular de alta gama, que aún no pudo ser desencriptado.
El único que cooperó con la Justicia fue Daniel Garbellini, ex director de la ANDIS, quien entregó voluntariamente la clave de su teléfono, una acción que los investigadores consideran fundamental para avanzar en la causa.
El caso aún no tiene una carátula definida ni imputaciones formales. La investigación se centra en los audios de Spagnuolo, en los que se escucha que la droguería Suizo Argentina habría pedido un "retorno" del 8% a los proveedores de medicamentos para cerrar contratos. Spagnuolo también habría señalado a Eduardo “Lule” Menem como un "facilitador" de esas maniobras.
La Justicia busca ahora a Jonathan Kovalivker, hermano de Emmanuel y presidente de la droguería, que se encuentra prófugo. La familia Kovalivker es una de las más influyentes de La Plata, y Jonathan tiene vínculos con el expresidente Mauricio Macri, lo que le da al caso una dimensión política aún mayor.