

El camino de Las Kamikazes hacia el título fue impecable, demostrando una solidez inquebrantable a lo largo de toda la competencia. En la fase de grupos, el equipo dirigido por Leticia Brunati finalizó con puntaje ideal, tras imponerse por 2-0 ante Portugal, Croacia y China. Su dominio continuó en cuartos de final, donde superaron con autoridad a Vietnam por 2-0, ratificando su excelente nivel y regularidad.
El gran desafío del torneo llegó en las semifinales, donde se enfrentaron a España, el vigente campeón europeo. En un duelo que replicó la intensidad de las finales mundialistas, Argentina se llevó el primer set 20:15, perdió el segundo por un ajustado 14:15, y mostró su jerarquía en los shoot-out al ganar 6:4, con actuaciones clave de Zoe Turnes y Alma Molina.
La final fue una revancha esperada. Alemania, el mismo rival que las había vencido en la definición del último Mundial, volvió a cruzarse en su camino. Sin embargo, esta vez el desenlace fue distinto y el oro se pintó de Albiceleste. Las europeas se llevaron el primer set 20:14, pero la reacción argentina fue contundente: una defensa ajustada, una eficacia demoledora en ataque y un segundo parcial de 22:12 igualaron la serie.
En los shoot-out decisivos, la efectividad argentina fue absoluta, imponiéndose con un contundente 7-2. La celebración en Chengdu quedará marcada para siempre en la historia del beach handball argentino. Esta valiosa conquista se suma a las medallas ya obtenidas en ediciones anteriores de los World Games: la plata en Wroclaw 2017 y el bronce en Birmingham 2022.
El equipo que logró esta hazaña estuvo compuesto por:
Arquera: Constanza Suárez
Laterales: Fiorella Corimberto, Florencia Gallo y Agostina Arcajo
Pívots: Gisella Bonomi y Zoe Turnes
Especialista: Lucila Balsas
Defensoras: Luciana Scordamaglia, Giuliana Gamba y Alma Molina
El cuerpo técnico, fundamental en este logro, lo conformaron:
Directora Técnica: Leticia Brunati
Asistente: Celeste Meccia
Preparador Físico: Andrés Sanz
Kinesiólogo: Andrés Etienne