

La posible reincorporación, que podría concretarse antes de fin de año, depende del cumplimiento de varios requisitos técnicos exigidos por Estados Unidos. Entre ellos, se destacan la implementación de controles migratorios más estrictos y el intercambio de información sobre antecedentes penales y datos biométricos con las agencias de seguridad estadounidenses.
El VWP permite a los ciudadanos de los países habilitados viajar a EE.UU. por turismo o negocios durante un máximo de 90 días sin necesidad de una visa consular. A cambio, los viajeros deben obtener una autorización electrónica denominada ESTA, que se solicita en línea y tiene un costo de 21 dólares.
Para poder utilizar este sistema, es indispensable contar con un pasaporte electrónico (e-passport). Este documento debe incluir un chip con datos biométricos y tener una vigencia mínima de seis meses a partir de la fecha de ingreso a Estados Unidos.
Argentina deberá cumplir al menos diez condiciones para ser admitida nuevamente en el programa. Las más relevantes incluyen:
Reducir la tasa de rechazo de visas por debajo del 3%.
Asegurar la emisión de pasaportes seguros.
Compartir información relevante con organizaciones como INTERPOL.
Aceptar la repatriación de ciudadanos deportados.
La decisión final sobre el reingreso de Argentina al VWP recaerá en el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU., que evaluará si la incorporación representa algún riesgo para su seguridad interna.