

El ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, encendió el debate previsional al asegurar que la jubilación promedio de quienes aportaron se acerca a los $900.000, e incluso supera el millón si se suma una pensión.
En un intento por defender la gestión actual, Caputo afirmó en LN+ que los jubilados "están mucho mejor" en dólares, sugiriendo una triplicación de los haberes respecto al final del gobierno anterior. Más aún, aseguró que, desde diciembre, las jubilaciones "recuperaron un 15% en términos reales, en poder de compra". Estas cifras, sin embargo, generan un profundo escepticismo entre quienes perciben haberes mínimos, que apenas superan la línea de pobreza y subsisten con enormes dificultades.
La estrategia del ministro se centró en polarizar la situación: por un lado, se refirió a un segmento de jubilados con aportes que supuestamente gozan de haberes elevados; por el otro, responsabilizó al "kirchnerismo" por haber jubilado a 3.900.000 personas sin aportes, triplicando los beneficiarios con la misma base de contribuyentes. Para Caputo, esto es la raíz de que "la plata no alcanza".
Lo que el ministro omite, o minimiza, es que gran parte de esas jubilaciones sin aportes corresponden a moratorias que buscaron incluir a personas que, a lo largo de su vida laboral, no pudieron completar los años de contribución debido a la alta informalidad y precarización laboral en el país. Culpabilizar a estos sectores por la inviabilidad del sistema desvía la atención de los problemas estructurales de la economía argentina y de una política salarial que históricamente ha licuado el poder de compra de los jubilados.
Caputo enfatizó que el 90% de quienes cobran la jubilación mínima son los que no aportaron, mientras que el "haber promedio de quienes sí aportaron es casi el triple, casi $900.000 pesos". Esta distinción, aunque numéricamente correcta en el promedio que presenta, oculta la dispersión y la situación crítica de la mayoría de los jubilados que sí contribuyeron durante décadas y hoy ven sus ingresos pulverizados por la inflación, sin alcanzar las cifras que menciona el ministro. La noción de un "promedio" puede ser engañosa y no reflejar la verdadera calidad de vida de la inmensa mayoría de los adultos mayores.
Finalmente, la defensa de la "sostenibilidad del sistema" en un "pleno ajuste" genera inquietud. Mientras se celebra una supuesta recuperación en dólares, la realidad es que el ajuste recae fuertemente sobre los sectores más vulnerables, y la capacidad de los jubilados de afrontar costos básicos de vida sigue siendo un desafío mayúsculo. Las declaraciones de Caputo, para muchos, parecen más una estrategia comunicacional que un reflejo honesto de la dura realidad previsional argentina.
💸👴👵Caputo afirma que la jubilación promedio con aportes supera los $900.000, y que muchos con pensión pasan el millón.
— DataeNe (@data_ene) July 10, 2025
Extrañas formas de ver la realidad. pic.twitter.com/yYVjpljHYP