

Una tormenta solar de gran intensidad, generada por una eyección de masa coronal (CME), podría provocar auroras australes similares a las observadas en mayo del año pasado. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) explica que una CME es una explosión de partículas solares y campos magnéticos que, al interactuar con nuestro planeta, desencadena una tormenta geomagnética.
Los especialistas anticipan que esta tormenta podría alcanzar una intensidad G3 (fuerte) y escalar hasta G4 (severa), con la posibilidad de llegar a G5, el nivel más alto. Con niveles tan elevados, es probable que se produzcan auroras boreales y australes en zonas inusuales.
Sin embargo, el informe de la Red Geocientífica Chilena y el medio Ahora Calafate indica que, en Sudamérica, las auroras podrían observarse en el extremo sur de Chile y Argentina. Esto incluye ciudades patagónicas como Ushuaia, El Calafate y El Chaltén, donde un fenómeno similar ya fue visible en mayo de 2024, tiñendo los cielos de tonos rosados, rojizos y anaranjados. Incluso se menciona la posibilidad de avistamientos en San Carlos de Bariloche, siempre que las condiciones meteorológicas y de visibilidad hacia el sur lo permitan.