

"Sale el disco, muy importante, muy, para mí. Dos años haciendo esto. Cada palabra, cada sonido de este disco: te los regalo", expresó LOUTA en una emotiva carta manuscrita que acompañó el lanzamiento de "Un Instante", ya disponible en todas las plataformas digitales.
El álbum, compuesto por diez canciones, funciona como un manifiesto de la sensibilidad de Jaime James (LOUTA). Cada track es una "fotografía", un recorte de tiempo cargado de las reflexiones que fluyen de su "cabeza ilimitada". "Una melodía para siempre todo lo que sale de mi mente" canta LOUTA en "Mente", resumiendo la trascendencia de esta obra para él.
"Un Instante" es una experiencia que va más allá del formato tradicional de un álbum, fusionando música, poesía, imagen y performance. LOUTA demuestra nuevamente su lugar como uno de los artistas más inquietos e innovadores de la música argentina, capaz de combinar géneros como el pop experimental, la cumbia, la salsa, la electrónica, el art-pop y los ritmos urbanos, con letras que oscilan entre lo introspectivo y lo generacional.
La búsqueda artística de LOUTA, caracterizada por su constante "corrimiento del borde", se mantiene intacta en este trabajo, pero encuentra nuevas formas y profundidades. En sus propias palabras, este disco representa "el diálogo más profundo que tuve en mi vida" con quienes lo escuchen.
Desde su irrupción en 2016 con su disco homónimo, LOUTA ha desafiado las clasificaciones. Sus álbumes "Enchastre" (2018) y el aclamado "2030" (2020) lo consolidaron como un referente en la fusión de música, teatro y artes visuales, obteniendo el reconocimiento del público y la crítica tanto a nivel nacional como internacional.
En "Un Instante", esa identidad camaleónica se expande, donde cada detalle, desde el diseño sonoro hasta la estética visual, responde a una misma pulsión artística. LOUTA no teme a la intensidad ni a la transformación; las abraza, las explora y las comparte.
Un claro ejemplo de esta audacia es "No sé quién sos", el único adelanto del álbum y la única colaboración, nada menos que con Bizarrap. Ambos artistas se desprenden de sus fórmulas habituales para crear un himno emocional que marca el inicio de una nueva etapa. El videoclip, dirigido por el propio LOUTA, retrata a los protagonistas como muñecos que cobran vida en una narrativa visual lúdica y simbólica.
Más allá de este primer impacto, el álbum sumerge al oyente en un viaje musical donde conviven lo íntimo y lo expansivo, lo melódico y lo disruptivo. Hay temas que interpelan directamente al cuerpo, como "Kusturica" y "Ballena", y otros que tocan el alma, como "Nunca me fui", el Focus Track que encabeza esta entrega total del álbum, un pop cadencioso y pegadizo que busca emocionar.