

En total, los incendios han consumido más de 40.000 acres (161,9 km²), dejando a más de 100.000 personas evacuadas y destruyendo más de 12.300 estructuras.
El jefe de bomberos del condado de Los Ángeles, Anthony Marrone, advirtió que los fuertes vientos, combinados con la baja humedad y la vegetación seca, mantienen la amenaza de incendio en un nivel "muy alto". Se espera que estas condiciones empeoren hasta el miércoles por la noche, complicando los esfuerzos de contención y rescate.